¿Sabías que una tercera parte de tu vida la pasas durmiendo? Este dato nos muestra la importancia de elegir una buena cama como lugar de descanso y tenerla siempre en perfectas condiciones. A la hora de comprar tu cama, debes fijarte en las ofertas, los tipos de modelos y tratar de obtener toda la información posible.
No obstante, creemos que es mucho más recomendable poder visitar una tienda de confianza para ver el producto, probarlo, conocer sus materiales y su calidad, etc. Además, los profesionales que trabajan allí podrán brindarte el mejor asesoramiento tanto en materia de limpieza como en distribución y organización de la habitación para aprovechar al máximo el espacio.
Consejos para limpiar las camas de casa
Así pues, nada mejor que acudir a una tienda física de camas baratas madrid para elegir la que mejor se ajusta a tus necesidades. Una vez la tengas en casa, es aconsejable que sigas estas recomendaciones para su limpieza.
Aspirar regularmente
En primer lugar, debes aspirar la cama y el colchón con regularidad. De esta forma, podrás eliminar el polvo y los ácaros y reducir la presencia de bacterias. Lo más recomendable es aspirar la cama al menos una vez a la semana con un aspirador que disponga de filtro HEPA para capturar las partículas más pequeñas.
Lo ideal es aspirar tanto el colchón como la almohada y el somier. Se trata de una tarea muy sencilla y que te ayuda no solo a mantener tu cama limpia, sino también a que disfrutes de un descanso mucho más saludable.
Lavar la ropa de cama en agua caliente
El lavado de la ropa de cama en agua caliente también elimina los ácaros y las bacterias que se acumulan en las sábanas, fundas y edredones. Cuando hablamos de agua caliente, lo hacemos a una temperatura de unos 60 grados centígrados, ideal para acabar con los gérmenes y tener una higiene más óptima.
No obstante, antes de lavar comprueba en la etiqueta que estas prendas pueden soportar esa temperatura sin dañarse. Con esta tarea también eliminamos las manchas más difíciles y los olores corporales de las camas abatibles madrid, evitando la posible aparición de alergias y problemas de sueño.
Dar la vuelta al colchón
Dar la vuelta o rotar el colchón cada seis meses aproximadamente es una práctica muy útil en términos de limpieza. No en vano, se permite que tenga una ventilación adecuada para que no acumule humedad ni prolifere el crecimiento de ácaros del polvo y otras bacterias perjudiciales.
Además, al darle la vuelta al colchón se distribuye el desgaste, se evitan hundimientos y se prolonga su vida útil. Ya que lo volteas, puedes aprovechar la ocasión para aspirar el colchón y eliminar el polvo y otras partículas que tenga acumuladas.
Usar un protector de colchón lavable
El protector de colchón actúa como una barrera muy eficaz entre el colchón y las sábanas. Su objetivo es evitar que el sudor, los ácaros y otras bacterias se acumulen en el colchón. Lo más recomendable es comprar un protector fabricado con materiales resistentes y cómodos (algodón o materiales sintéticos).
Por lo general, el protector se extrae fácilmente y se puede lavar para usarlo durante mucho tiempo. A medida que lo utilices, te darás cuenta que el colchón se mantiene limpio por más tiempo y tu descanso es mucho más reparador.
Limpiar las manchas del colchón
La limpieza inmediata de las manchas del colchón es fundamental para evitar que la mancha penetre en las fibras. Para ello, lo mejor es utilizar una mezcla de agua tibia y detergente suave. La solución se aplica directamente sobre la mancha con un paño que esté limpio, dando pequeños toques y sin frotar para no esparcir la mancha ni dañar el tejido. Después, se puede aplicar un poco de agua fría para enjuagar y absorber el exceso de líquido con una toalla seca.
Si la mancha es muy difícil, se puede emplear peróxido de hidrógeno o bicarbonato de sodio. No te olvides de dejar que el colchón se seque al aire completamente antes de volver a usarlo para que no queden humedades.
Ventilar la cama y el colchón
Por último, es muy importante que ventiles la cama y el colchón regularmente. Esta práctica nos sirve para eliminar la humedad acumulada, ya que esta es el hábitat perfecto para la aparición de moho, ácaros y bacterias.
Puedes abrir las ventanas para permitir que circule el aire fresco en la habitación. De esta manera, no solo reduces la humedad, sino que acabas con los malos olores. Otra recomendación que no se suele tener en cuenta es exponer la ropa de cama y el colchón a la luz directa del sol. La luz natural actúa como un desinfectante natural que elimina los microorganismos pequeños.
No te olvides, por tanto, de poner en práctica estos hábitos para limpiar las camas y el colchón de tu casa. Disfrutarás así de un sueño de más calidad y un descanso mucho más saludable.